Pellegrini, un acierto pleno de Florentino
El flamante nuevo presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, ha comenzado su mandato acertando de pleno con la elección del entrenador que llevará las riendas de la primera plantilla. El chileno Manuel Pellegrini, hasta la fecha técnico del Villarreal, es una apuesta segura para un banquillo que necesita de tranquilidad, de un hombre trabajador, callado y metódico que sabrá sacar el mejor provecho del plantel que le presenten (amén de lo que él pudiera elegir, claro está). Como perfil, dicho sea de paso, no se diferencia en exceso de su antecesor, Juande Ramos, pero a éste le ha pasado franca factura las cinco derrotas consecutivas acumuladas en el mes de mayo, con el 2-6 ante el Barcelona como propina y que supuso el principio del fin de la remontada merengue por conquistar la liga. De haber mantenido la pugna hasta la penúltima o última jornada, es posible que el señor Pérez hubiera sopesado detenidamente la continuidad o no de Ramos, pero los resultados fueron los que fueron y nadie pone en tela de juicio el relevo en el banquillo. Además, en este caso, no se crea un perjuicio a las arcas del club, dado que el contrato expiraba el 30 de junio.
A partir de ahora, Pellegrini deberá estudiar junto a Jorge Valdano y Miguel Pardeza, máximos responsables del área deportiva, el capítulo de bajas y de altas que necesita la entidad para aspirar la próxima temporada los máximos éxitos. Se han filtrado muchos nombres, demasiados tal vez, aunque Florentino Pérez, como excelente hombre de negocios, está sabiendo moverse muy bien en la trastienda, jugando al despiste y lo del técnico, por ejemplo, ha sido su primera muestra. Se ha hablado de Wenger, Mourinho, Ancelloti, etcétera y al final se contrata al ex preparador del Villarreal que, sin ser demasiado mediático, es un entrenador de probada solvencia, que acreditado que puede sacar el máximo rendimiento de una plantilla y que, al fin y al cabo, lleva cinco años en España y es, por tanto, un conocedor a fondo de la competición nacional. Eso, qué duda cabe, ya supone una ventaja de antemano.
De todas maneras, a todos aquellos que tienen excesiva prisa por ver a un Real Madrid megacampeón de todo les recomendaría que se tomen las cosas con tranquilidad. Las comparaciones con el Barcelona siempre van a estar ahí, pero no se ganó Zamora en una hora. Ensamblar a todo ese supuesto elenco de jugadores que van a aterrizar a la sombra del Santiago Bernabéu llevará un tiempo algo que, por otra parte, no necesitó hacer el conjunto blaugrama. Los del Nou Camp, con la apuesta arriesgada de Pep Guardiola (¿qué pensaría más de uno tras la derrota inicial ante el Numancia o el empate casero ante el Racing de Santander?), sólo aspiraban a recuperar parte del crédito perdido en las dos últimas campañas, pero la jugada les salió redonda con el famoso triplete. Su joven preparador optó por la salida de dos 'jubilados prematuros' como Deco y Ronaldinho y le dejó bien claro al indomable Etoo que no le iba a permitir ni media. Entre esas decisiones y la gente que subió de la cantera logró entusiasmar a toda la Europa futbolística y me parece que va a tener cuerda para rato. El Real Madrid puede situarse como alternativa sólida para la siguiente temporada, sin duda, pero siempre y cuando se deje a Pellegrini trabajar sin más presión de la necesaria. De hecho, ya lo demostró en el Villarreal, puede ser también un cazatalentos dentro de la cantera y esos jugadores se suelen implicar más que los mercenarios a sueldo, especialmente si se llaman Cristiano y llevan como apellido Ronaldo y el 7 en la camiseta.
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Lewis Rogers -