¿Tocará fiesta este fin de semana?
Tenerife puede vivir el próximo domingo una fiesta de las que hacen historia. Todo va a estar condicionado por lo que suceda el sábado en Alicante, en el derbi de la ciudad. Si el Hércules es incapaz de derrotar al otro equipo de la capital (que además está virtualmente descendido a Segunda B), al día siguiente, el CD Tenerife tendrá enfrente al líder y ya nuevo equipo de Primera, el Xerez, y al que ganando, siempre y cuando los de Mandía no venzan, también colocaría en la máxima categoría del fútbol español. Evidentemente, tampoco se querrán hacer demasiadas cábalas, al menos hasta las siete y cuarto de la tarde sabatina, sobre todo porque no parece lógico que la formación herculana vaya a tropezar en el Rico Pérez contra su rival (aunque éste tenga la condición de local en esta oportunidad). Eso sí, un empate o una derrota despertaría una pasión inusitada en la isla y, de quedar alguna entrada aún, se agotaría todo el papel de cara a esa cita. Nadie querrá perderse el ascenso, sobre todo porque los dos últimos se produjeron lejos del Heliodoro Rodríguez López, Sevilla (1989) y Leganés (2001), amén de la famosa promoción de permanencia (1990) en La Coruña.
A estas alturas, de todas maneras, nadie pone en tela de juicio que si no es ante el Xerez, el salto de categoría se producirá en Gerona o, en el peor de los casos, en el estadio santacrucero, en la última jornada y ante el Castellón. Evidentemente, las matemáticas aún dejan opciones al Hércules, pero son mínimas. Ya puestos a ser enrevesados, aunque me da la sensación de que la película no se va a repetir en este caso, tenemos el ejemplo de lo acontecido en Primera con el último puesto de descenso. El Valladolid, con todo hecho, estuvo en el filo de la navaja hasta el último instante. Salvó la categoría de auténtico milagro, y eso que a comienzos de la segunda vuelta de la competición presentaba candidatura sólida para jugar en Europa la siguiente campaña. El Tenerife lo tiene todo encarrillado y no tiene visos de que pueda sufrir una parálisis en estas tres fechas ligueras que restan. Además, se ha quitado de encima la presión de otros candidatos como Rayo Vallecano, Salamanca o Real Sociedad. Tal y como apuntaba hace ya varias semanas en una hipotética proyección numérica, los que ascenderían a la máxima división iban a ser jerezanos, con 80, tinerfeños, con 74 y aragoneses con 70. Aún faltan tres contiendas y a los andaluces les faltan dos puntos para alcanzar ese registro. Blanquiazules y zaragozanos, por contra, han mejorado esas previsiones. Es decir, que tienen argumentos matemáticos para confirmar el ascenso, incluso los tres esta misma semana si se produce la carambola de un tropiezo del Hércules y los demás hacen sus deberes.
De todas maneras, y es lo que gusta al aficionado blanquiazul, el equipo, desde su presidente al último utillero, está concienciado de que no sólo es posible el ascenso, sino también llegar a la Primera División, a la Liga BBVA, siendo campeón de plata. Esa ambición es la que ha hecho que el cuadro de José Luis Oltra sólo haya sumado una derrota en la segunda vuelta de la competición y que haya batido su récord de puntuación. Es más, si tanto tinerfeños como aragoneses siguen en la misma línea, van a batir una nueva marca en lo que se refiere a los créditos mínimos para lograr el pase a la categoría superior. Todos los indicios presuponían que sobre los 72 puntos estaría la meta, pero el técnico del CD Tenerife nunca se guió por ese parámetro y eso, a día de hoy, ha servido para que no sólo haya satisfacción con ese ascenso que se confirmará este domingo o el siguiente, sino para que también se anhele el título de campeón de la Liga Adelante
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Lewis Rogers -