Represión en Lanzarote
El presidente del desgobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatrolas, vuelve a hacer de las suyas durante su estancia en Lanzarote. Los celos demostrados por los agentes de seguridad que velan por la integridad del mandatario provocaron la pasada semana que dos periodistas de La Provincia se vieran implicados en un incidente que más o menos trascendencia. Al parecer, los redactores observaron que ZP realizaba una serie de carreras y para ilustrar una información sobre la estancia del presidente en la isla le realizaron diversas fotos, algo que no debió gustar ni al jefe del Ejecutivo ni a los policías que no sólo se conformaron con requisar el material gráfico a esos dos reporteros, sino además registrar la habitación del hotel en el que se hospedaban. Ahora, días después, cuando el follón ha sido conocido en toda España, entonces llegan las disculpas pertinentes, pero el daño ya está hecho.
Podemos y estamos de acuerdo en que el presidente del Gobierno precisa de una cierta vigilancia, que sabemos que recientemente (y por vez primera) la banda terrorista ETA ha sido capaz de matar fuera del territorio peninsular y que ello conlleva redoblar las medidas de protección, pero lo que no se puede es actuar como sicarios del sistema, abordando a unos periodistas como si fueran criminales y poco menos que someterlos a un interrogatorio sumarísimo. Hay un principio que se llama el derecho a la información y Zapatero, que representa lo que representa, no puede evitar ser fotografiado a cada momento, sobre todo si se halla fuera del recinto de La Mareta. Es como si al Rey, por ejemplo, le importunase que en Palma de Mallorca fuese retratado cada vez que se dirige al muelle o acude a un acto.
Desgraciadamente, poco podemos esperar de ZP, incapaz de ofrecer personalmente las disculpas necesarias a los periodistas y al medio en cuestión, para esos temas, con perdón, ya tiene a los 'pringadillos' de su gabinete de comunicación, los que menos culpa, por no decir ninguna, han tenido en este affaire. Nuestro presidente sólo está para hacerse las fotos electoreras con el PSOE canario (para eso sí tiene tiempo de interrumpir sus vacaciones) y para decirnos que lo peor de la crisis ya ha pasado. Igual es eso, que a lo mejor los periodistas que se vieron implicados en ese suceso no comparten los mensajes optimistas de Zapatero. Seguiremos informando...desde el exterior de La Mareta y con un zoom desde Playa Blanca...por si las moscas.
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Máximo Medina -