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Desde mi escaño

Terminal T4, bienvenidos a la desesperación

Terminal T4, bienvenidos a la desesperación
Quienes solemos viajar con cierta frecuencia a Madrid y llegamos a la terminal T4 tenemos que reconocer, sin ningún género de dudas, que se trata de un edificio espectacularmente postmodernista, funcional y que, a fuerza de perderse las primeras veces, ahora ya se hace sencillo para encontrar la puerta de turno o las cintas por donde llegan las maletas. Sin embargo, no todo es tan bonito como lo pintan y esta área de Barajas sufre la lacra de las pérdidas de equipaje desde que se inauguró, allá por febrero de 2006. Es un mal que nadie ha conseguido solventar y son continuos los extravíos de maletas que se producen en este recinto del aeródromo madrileño, amén de los múltiples retrasos aguardando la aparición de las mismas por las cintas de la zona de llegada.
 
El problema, lejos de solucionarse, se ha ido agravando con el paso del tiempo. El pasado martes, sin ir más lejos, tuve la ocasión de escuchar a varias personas quejarse de la hora y cuarto que suelen tener que esperar de media a recoger el equipaje (y eso si llega, añadió algún cenizo, pero con conocimiento de causa). Sí, en determinadas ocasiones los bultos facturados tardan casi la mitad de lo que dura el vuelo de Tenerife a Madrid, pero ha llegado a darse el caso que un vuelo de Málaga a Madrid, de apenas 60 minutos, ha mantenido delante de las cintas a sus viajeros por espacio de más de una hora (es decir más que la duración del propio desplazamiento), algo lamentable en un aeropuerto que se supone que es el principal de España y uno de los referentes del Mundo.
 
Esperemos, por el bien de la candidatura olímpica de Madrid 2016 (el 2 de octubre tendremos el veredicto de qué ciudad organiza los Juegos de ese año) que los representantes del Comité Olímpico Internacional no hayan tenido que soportar la misma odisea que miles de pasajeros sufren a diario en esta terminal. De ser así, amén del ingente número de maletas que se pierden diariamente en la T4, los miembros del COI pondrían en este apartado una nota muy mala a la capital de España. Y es que no sólo tenemos que pensar en los hoteles y complejos deportivos que ya están construidos para tal fin, sino que también hay que fijarse en la puerta de entrada y esa, a día de hoy, es en esencia la terminal T4 de Barajas. Si a nuestros invitados les damos una mala bienvenida, lo más seguro que piense que lo que viene detrás será aún peor.

1 comentario

Máximo Medina -

Sr. Velarde: Nada más llegar a la capital del Reino ya está usted con quejas. Yo cuando era joven y viajaba por esos aires también piqué y más de una vez con la tortura de las maletas. No sabia qué hacer y al final logré una solución: las maletas se quedaban en casa y solía trasladarme con un par de bolsos de mano (desconozco si ahora se puede hacer igual, proque le hablo de dieciocho años atrás) y así no tenía que esperar por ninguna cinta. Por cierto, una precisión a su artículo de llegada: Barajas será referencia pero no del mundo (que es de Pedro Jota), más bien de Europa, porque por esas Américas de Dios, sobre todo si son del Norte, hay aeropuertos que tiran p'atrás. Nueva York, Los Ángeles, Washington, Seattle, Toronto, Montreal... Que le vaya a usted bonito y no me pase muchos calores... ni lluvias, que ya no se sabe. Un abrazo.