Blanco y sus lecciones de economía
Los calores del mes de agosto han debido hacer mella en el mundo de las maravillas que es el Palacio de la Moncloa y ministerios agregados. Tanto es así que, de repente, y sin haber tenido noticias al respecto, la responsable de Economía y Hacienda, Elena Salgado, ha debido derretirse por mor de los rigores de la canícula y su puesto ha sido usurpado por el siempre hábil José Blanco, alias el de los ‘concetos’. El caso es que a todos nos ha sorprendido que el responsable de Fomento haya sido el encargado de anunciar una subida de impuestos a las rentas media-altas y altas para poder hacer efectivo el pago de los 420 euros a los desempleados sin prestación y que la cifra de beneficiados sea mayor que la inicialmente prevista.
Estas, sin género de duda alguna, son las cuestiones que siguen poniendo en solfa al desgobierno de Zapatero. Aquí cada ministro habla (o calla) de lo que le dé la gana. Vamos a ver, si el señor Blanco es el encargado de las infraestructuras de este país, pues que se encargue de ellas y que salga a dar la cara con mayor celeridad cuando suceden problemas de la gravedad y de la importancia de lo acaecido en la T4 de Barajas, por poner un ejemplo. Sí, ya sé que igual al ministro de Fomento le habrán dicho que rememore sus tiempos de secretario de organización del PSOE y que salga a la palestra para actuar de apagafuegos, pero creo que se ha extralimitado de sus funciones, es como si mañana la ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino se pone a enmendarle la plana al reverendísimo titular de Educación, Ángel Gabilondo. Digo yo que cada cartera conllevará unas responsabilidades lo suficientemente agotadoras como para encima meterse en camisa ajena de once varas.
De todas maneras, lo más surrealista de todo esto no es que haya salido Blanco a escena a intentar meter el miedo en el cuerpo a quienes tienen un sueldo más o menos apañadito, sino que aún a estas alturas no haya salido nadie del Ministerio de Economía y Hacienda a decirle al caballero que deje de especular con las posibles fuentes de financiación de la propinilla de los 420 euros. Dicen que quien calla, otorga, y en este caso, sin desmentido o rectificación gubernamental, mucho me temo que los que estaban percibiendo un buen sobre mensual tendrán que empezar a tentarse la ropa. ZHood Rodríguez y Robín Blanco cabalgan de nuevo para esquilmar a quienes sacan este país adelante y quienes generan empleo. Así son las cosas de tristes y, desgraciadamente, de verdaderas.
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Máximo Medina -