Sí a la Universidad de La Orotava
¿Por qué existe tanto nerviosismo en la Universidad de La Laguna? ¿Acaso temen sus órganos de Gobierno perder el cuasi monopolio de la educación superior que hasta la fecha han tenido, con constantes abusos y atracos hacia la economía de unos estudiantes que, en muchos casos, no podían hacer frente a tan cuantiosas tasas, amén del gasto en la bibliografía y material del curso, y que año tras año han ido incrementándose, a pesar de las falsas promesas del Rector de turno? ¿Cuáles son los recelos que pueden existir hacia la futura Universidad privada de La Orotava? ¿Dejar de ganar equis dinero y que ciertas carreras o facultades se puedan ir al garete porque no haya un número de alumnos suficientes? Bueno, eso es lo que tiene la competencia y lo importante no es que en Canarias podamos elegir entre la ULL y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, sino que también dentro de la misma isla, en este caso Tenerife, encontremos un centro de educación superior, aunque sea de carácter privado, pero que, sin duda alguna, contribuirá a mejorar la calidad de la enseñanza que se imparte en la universidad lagunera y, de paso, aprobar una política de becas más apropiada a la realidad, por no hablar de unas matrículas que, insisto, no están al alcance del común de los estudiantes, máxime en una época de crisis.
Evidentemente, me puedo poner en la piel del Rector, del Claustro, del Consejo de Gobierno o del Consejo Social cuando temen que la Universidad de La Orotava pueda restar un porcentaje importante de alumnos, sobre todo aquellos que vienen diariamente desde los municipios del norte hasta la zona metropolitana, pero hay que moverse acorde a la evolución de la sociedad y hoy, guste o no al señor Domenech, es vital que lo público cuente con la competencia del ámbito privado porque, necesariamente, hará evolucionar a una institución que, en ciertos aspectos, parece haberse quedado anquilosada en el pasado, con profesores que imparten lecciones y temarios nada actualizados. Es más, como chistosamente me gusta decir, la Universidad, en términos generales, no sólo la ULL, sino todas las públicas, han pasado a autodenominarse como la INEMversidad, porque son sedes docentes que preparan a sus estudiantes para ir de cabeza a las oficinas de empleo, no para moverse en el mundo laboral.
Y es una verdadera pena que la Universidad de La Laguna, como otras en España, haya pasado de tener un indudable prestigio y que quienes se licenciaban o doctoraban, independientemente de la carrera cursada, contaban con ofertas casi ilimitadas a la hora de colocarse en cualquier empresa; a ser mirada ahora como una institución que le entrega una titulación a unas personas que carecen de la preparación necesaria o que las prácticas en determinadas facultades sean facultativas, eso pasaba en Periodismo, por ejemplo. Obviamente, todo eso pasa cuando nada ni nadie te hace competencia y te apoltronas. El resultado es que pierdes todo contacto con la realidad y las enseñanzas se van desviando de lo que se reclama en la esfera laboral. De ahí que en los últimos tiempos, si se quiere tener alguna oportunidad en alguna entrevista de trabajo, especialmente cuando se carece de experiencia, haya que pasar por gastarse los ingresos familiares y completar un máster.
Por eso, aunque sea desde esta nimia y modesta tribuna, todo mi apoyo para aquellas personas que pretenden sacar adelante la Universidad de La Orotava. Aunque en La Laguna no lo vean así, háganme caso, vamos a salir ganando todos, los estudiantes, los profesores, el mundo laboral, que contará con futuros profesionales mejor preparados y, finalmente, toda la sociedad. Cualquier provincia que se precie ya cuenta con universidades públicas y privadas y la convivencia no tiene que ser perjudicial, todo lo contrario. La una ayuda a la otra a ofrecer las mejores enseñanzas y cuanto mejor salgan preparados los universitarios, nuestra vida, en todos los aspectos, será mucho mejor.
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Máximo Medina -