Matar la gallina de los huevos de oro
El animador de los fines de semana en Carrusel Deportivo de la Cadena Ser, Pepe Domingo Castaño, ha declarado abiertamente que está en contra del fútbol disputado en lunes. Asegura, y no le falta razón, que la disputa de partidos en este día tan atípico de la semana acabará reventando la afición por este deporte, sobre todo, añado yo, porque normalmente se eligirá el encuentro menos atractivo de la jornada, aunque para empezar, casualidades de la vida, ha sido un choque entre el cuarto clasificado, el Mallorca, y el CD Tenerife, que está en la zona de descenso a Segunda. No obstante, a nivel de seguimiento, sólo le interesa a los aficionados de ambos conjuntos y a aquellos equipos que puedan tener un interés directo a la hora de ascender en la clasificación. Resulta evidente que el lunes es un día rarísimo en España para que haya fútbol. Ya han conseguido a nivel europeo forzarnos a ver los martes como jornada continental, cuando hace años sólo se jugaban partidos los miércoles, mezclando absolutamente todas las competiciones, que entonces eran la Copa de Europa, Recopa y Copa de la UEFA, pero eso de que concluya el domingo y que aún haya que esperar un día más para completar la jornada, sinceramente, no se ajusta a nuestro acervo balompédico. Es más, creo que incluso va a matar, salvo que se tomen medidas, a la quiniela de fútbol porque ahora no sabemos si nos hacemos millonarios o al menos nos tocará el reintegro para tomarnos posteriormente el cortadito en el bar de Don Antonio hasta el mismo lunes por la noche o, incluso, ya tocando las primeras horas del martes. Entiendo que los clubes se han beneficiado, y lo seguirán haciendo, del suculento parné que sueltan generosamente las televisiones, pero también es cargarse el espectáculo al sacar un partido fuera del fin de semana. Ya se intentó hace más de una década con los famosos choques de los lunes que retransmitía Antena 3, pero aquella experiencia, salvo citas muy contadas, supuso todo un fracaso de audiencia, porque lo habitual eran partidos entre el Sevilla y el Compostela, el Hércules y el Zaragoza y, muy de cuando en vez, salía el Barcelona o el Real Madrid, pero no era la norma habitual. Al final, entre todos, terminarán por matar la gallina de los huevos de oro, sobre todo porque lo poco agrada y lo mucho desagrada, Convendría no olvidarlo.
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Lewis Rogers -