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Desde mi escaño

Paripé sindical

Paripé sindical

Los sindivagos, digo los sindicatos, tomarán hoy las principales calles de las diferentes capitales de provincia para manifestarse por la propuesta del Gobierno español de ampliar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años. Los señores Méndez y Fernández Toxo consideran inconcebible e inasumible que se incremente la vida activa de los trabajadores y por eso van a decirle alto y claro al Ejecutivo (jajajajaja) que por ahí no pasan. Alguien creerá que este gesto supone una ruptura entre el binomio UGT-CCOO y el gabinete de ZParo, pero nada más lejos de la realidad; no es más que un paripé que casi nadie se puede tragar, salvo los convencidos por la causa, que no dejan de ser unos meros actores secundarios que saben representar su papel a la perfección.

Lo escandaloso de todo este asunto es que los dos líderes sindicales se agarran un enfado del quince con un asunto, digamos, menor para toda la inestabilidad socio-laboral y económica que estamos padeciendo en España desde hace ya dos años, curiosamente cuando los señores Solbes y Zapatero mintieron soberanamente a los españoles al negar la crisis. Sin embargo, a pesar de que la destrucción de empleos ha ido subiendo hasta cotas exponenciales, los sindivagos más representativos se han mantenido en un más que sospechoso silencio, callados como muertos, quizá esperando a que el Gobierno pase a ser de otro color y entonces, a pesar de tener mejores cifras de creación de puestos de trabajo, montarle una gran manifestación o una megahuelga general.

Posiblemente, la mayor credibilidad que tuvieron los sindicatos fue en la huelga del 14 de diciembre de 1988, con Felipe González en el poder, cuando consiguieron paralizar de cabo a rabo todo el país hasta dejarlo sin rastro de actividad. Pero, desgraciadamente, los tiempos han evolucionado y mucho más los líderes de la UGT y de CCOO, aunque en su caso se ha producido más bien una involución, de mariposas se han transformado en auténticos capullos, incapaces de elevarse por encima del Gobierno y ver la realidad en su conjunto. ZP ha conseguido comprar, vía subvenciones, el espíritu crítico y reivindicativo de las plataformas sindicales y así están yendo las cosas en España, que hemos pasado de la algarada porque sí, porque gobiernan los que no son de mi cuerda ideológica, a pasar olímpicamente de si se destruye o no empleo. Méndez y Fernández se comportan como perfectos autistas y Zapatero como el gran hipnotizador que los maneja a golpe de chasquidos. Esperemos que la población española no se deje embaucar más y sepa a quien confía su voto para la próxima elección, aunque repito que lo que viene detrás, guste o no, tampoco es para tirar cohetes.

1 comentario

Máximo Medina -

La propuesta gubernativa de elevar la edad de jubilación de 65 a 67 años ha tenido un gran rehazo social. Tanto, que una encuesta elevaba a un 84% de la población ese 'no' al retraso en la jubilación. El motivo es obvio, pero a la vez complejo. Si los demás han dejado de trabajar a los 65, ¿por qué yo tengo que hacerlo después?, mucho más si a esto añadimos que nosotros en la actualidad hemos cotizado mucho más que los anteriores al haber aumentado los sueldos progresivamente cada año. Pero es que hay más. Es como haber empezado un partido de fútbol con unas reglas y a mitad del encuentro nos las cambian. Hasta el minuto 60 el penalti era dentro del área y después se amplía el área diez metros. Pues no, eso no se puede ni debe hacer. Incluso, voy más lejos: ¿por qué el Gobierno no hace un referéndum y pregunta al pueblo sobre el particular, más que nada porque va a incidir en todas nuestras vidas? Porque nadie vota a un Gobierno para que luego en pleno uso de sus poderes se dedique a perjudicar a sus electores. Y aquí no me vale el cuento de que no hay dinero o que el sistema se cae, porque para las pensiones parece que no, pero para otras cosas sí que hay y mucho. En cuanto a los sindicatos han hecho lo único que pueden hacer en épocas de vacas flacas: estar callados y atentos a que no se recorten derechos a los que nada han tenido que ver con la crisis. Aunque sea un paripé, que no digo que no, las centrales no pueden permitir una subida en la edad de jubilación, porque si lo hacen detrás están muchas más cosas y no de color de rosa, precisamente, como el cómputo de años cotizados y más... Lo que sí sorprende es la caradura del actual Gobierno y también los sindicatos al permitir miles de prejubilaciones en grandes empresas, incluida RTVE, y ahora venirnos con este cuento de que "el país necesita este ajuste para las cuentas públicas". Para concluir sólo un asunto que apenas se ha tocado en todo este cacao: ¿si se retrasa la edad jubilación, no se aparca también la entrada de jóvenes al mercado laboral? Y, por último, ¿a los empresarios les interesa tener en nómina a trabajadores de 66 años y meses? No sé por qué, pero me temo que no, más cuando hay trabajadores que han solicitado seguir trabajando después de los 65 años y se les ha negado.