Huelga y Mundial
Los principales sindicatos de este país llamado España sopesan ahora la posibilidad de realizar una huelga general a lo largo del mes de junio. Sin embargo, pásmense ahora ustedes, esa convocatoria la quieren realizar en una jornada en la que España no tenga que disputar partido en el Mundial. Es decir, las ganas que tienen de provocar un paro absoluto los prebostes de UGT y CCOO se trata de un mero gesto a la galería, de que no hay intención verdadera de acometer una de las medidas que más teme ZParo, que le monten un follón de los que tanto le gustaban cuando era el líder de la oposición y entonces se tiraba cual perro de presa a cualquier pancarta que se pusiera a tiro.
Evidentemente, los ciudadanos, que no somos tontos (aunque no compremos en Media Markt), nos hemos percatado desde hace mucho tiempo del juego que se tienen los señores Méndez y Toxo. Moralmente, tienen un doble compromiso, el que debería ser el más importante, con los trabajadores y los desempleados; y el que verdaderamente les hace perder la perspectiva real de las cosas, las prebendas, subvenciones y diversas dádivas que proceden desde el Palacio de la Moncloa. La generosidad del presidente con estas dos centrales sindicales no es fruto de la gratuidad, sino que obedece a un plan preconcebido de sumisión de los ugetistas y coqueros para que no armen bronca. A lo sumo, en ese acuerdo no escrito estará establecido que hagan fuegos artificiales como el amagar y no dar con una huelga general.
Desde luego, tras esta última salida de pata de banco de los sindicatos, subordinando la realización de ese paro general en España a los partidos que juegue nuestra Selección, está cada día más claro que estas plataformas deben quedarse sin afiliados. No defienden a nadie, sólo sus propios intereses, sus dineros públicos, a pesar de que quienes pertenecen a las organizaciones, al menos toda la base, pagan sus cuotas religiosamente (y no se trata de pocos euros, precisamente). Cuando el Gobierno de José María Aznar trató de imponer el decretazo, a estos sindicatos les faltó tiempo para montar una huelga general. Ahora, no sólo se desprotege cada vez más los derechos de los currantes, se recortan más prestaciones sociales que nunca, sino que además se anuncian más restricciones y lo único fuerte que salen argumentando los de UGT y CCOO es que tal vez monten una huelga general, pero siempre y cuando no juegue España. Vamos, esto mismo lo podía haber certificado el genial Gila en aquellas llamadas para ver si el enemigo podía retrasar la hora del combate. Lo que pasa es que en el caso del humorista hacía gracia y, en el caso de los Méndez-Toxo lo único que provoca es la indignación y la hilaridad.
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Máximo Medina -