El pasito pa'lante, el pasito pa'tras de CC
Hace muchos años, posiblemente más de una década, el cantante Ricky Martin nos martilleó con el famoso ‘Un, dos, tres, un pasito pa’lante María, un, dos, tres, un pasito pa’tras’. Pues bien, el hit o megahit de este artista lo ha reproducido fielmente Coalición Canaria en la afinada y clarividente voz de la señora Claudina Morales, que es capaz de defender una postura y al mismo tiempo la contraria. Viene siendo como la pobre María de la canción, pero con más cambios y revueltas que pareciera que ha pasado por vez primera por la isla de La Gomera. Tanto ir de aquí para allá le ha pasado factura que ni con Biodramina se le pasan los efectos (sobre todo porque tiene que ingerirse antes).
El caso es que Morales, en una nueva pirueta perpetrada por los nacionalistas, al menos esa sección que no se entera (o no se quiere dar por aludida) de los tejemanejes del Gobierno de ZParo, dijo ayer que no pensaba que ahora fuese el momento ideal para unas elecciones anticipadas por mor de la crisis económica por la que está atravesando España (un pasito pa’tras). Lo gracioso es que apenas hace una semana que una diputada coalicionera en el Parlamento de Canarias animó al PP a presentar una moción de censura en el Congreso de los Diputados a ZP (un pasito pa’lante). Ni Ricky Martin hubiese superado ese magistral paso de baile, con un triple salto mortal y con tirabuzones.
Luego se quejarán algunas voces de Coalición Canaria que PP y PSOE, para determinados temas, se ponen de acuerdo en Madrid, pero es que la actitud general de los nacionalistas (exceptúo a personas con cierto criterio como Ricardo Melchior o José Manuel Bermúdez) es de ponerle una vela a Dios y, al mismo tiempo, otra al diablo. Nadie pone en duda de que está en juego el famoso Plan Canarias, pero ya hemos presenciado como se le quiere meter tijera al invento, que no va a ser la inversión tal y como se había pintado hace tan solo unos meses. Paulino Rivero calla mientras José Manuel Soria tiene que hacer el papel de policía malo y, a la par, de garante de un pacto de Gobierno. La situación no pinta nada bien a cualquier escala, pero menos aún si no se sabe exactamente qué rumbo seguir ni qué socios son los que más convienen.
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Máximo Medina -