Huelga heterófoba
La huelga de Metro en Madrid es heterófoba. Sólo así se puede entender la manifestación de un sindicalista que justificó que durante el fin de semana el servicio esté a pleno rendimiento porque no se podía reventar la fiesta del orgullo gay. Eso se llama tener sensibilidad y a los demás, con perdón, que les vayan dando por donde amargan los pepinos. No tiene vuelta de hoja, la verdad. Los huelguistas han reventado a más de dos millones de madrileños porque, claro, era sencillo montarle el pollo a Esperanza Aguirre, pero no a Zapatero. O sea, no sólo, con perdón (y sin que nadie se ofenda, por Dios) es que los de UGT y CCOO pierden aceite, sino que además no disimulan a la hora de mostrar sus filiaciones políticas.
E insisto y recalcó que todo trabajador, tal y como recoge nuestra Carta Magna, tiene todo el derecho del mundo a hacer huelga, a que se respeten sus derechos laborales, las conquistas salariales y a que no sea siempre la clase obrera la que pague las ocurrencias y las gracietas de los políticos de turno. Pero lo que no es de recibo es que esta medida en el Metro madrileño responda a una paranoia político-sexual. Se han estado riendo de los usuarios desde el pasado martes y encima, en el colmo de la caradura, ahora quieren hacernos ver que cerca de 500 trabajadores habían estado enfermos. Sí, malitos, pero de falta de vergüenza, de respeto y de comprensión hacia unos ciudadanos que han tenido que rascarse el bolsillo para llegar a su trabajo y, a ser posible, en tiempo y forma.
Pero sí de inmoral hay que calificar esta huelga, porque sólo es selectiva, buscando un rédito político que se les volverá como un boomerang en su contra, la salida de pata de banco de un sindicalista hablando de respeto máximo a la fiesta del orgullo gay ya es como para hacérselo mirar. Y es que parece que la huelga ésta iba en contra de los heterosexuales, según el razonamiento del amigo piquetero.
Dicen los sindicatos que no pueden tener un comportamiento homófobo y que no está en ellos reventar el Día del Orgullo Gay, que respetan al máximo esa celebración. ¿Y el resto de personas? Pues nada, se ve que no les importa una higa. Pero que no se preocupen, que la vida da muchas vueltas y lo más seguro es que cuando toque ir a la huelga el 29 de septiembre serán muchos de estos usuarios los que actúen como contramanifestantes. Es decir, les reventarán la jornada de paro a los sindicatos porque ellos, ahora, han ido a escarbar el suelo electoral de Esperanza Aguirre. Y no será porque muchos le tengan simpatía a ZParo, pero es que los Méndez y Toxo se han comportado, dicho con todos los respetos, como muy machos contra Esperanza y muy amariconados a la hora de zurrarle la badana al inquilino de la Moncloa.
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Noung -
Luis Miguel Grandoso -