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Desde mi escaño

CD Tenerife: De mal en peor

CD Tenerife: De mal en peor
El CD Tenerife va de mal en peor. Un plantel de calidad, con pólvora arriba más que suficiente, con una pésima gestión desde el banquillo. O tal vez no es culpa del entrenador. Arconada siempre ha destacado como un preparador de ideas amarrateguis. Su concepto es defender y esperar el fallo del rival para marcar el tanto de la victoria. En el Numancia, en su primera etapa, consiguió el ascenso con una plantilla de un gusto por la destrucción del juego rival y sorprender a la contra.

Su llegada a Tenerife no es que fuese cuestionada por ser quien es y por como plantea los partidos, sino porque se echó como agua sucia a José Luis Oltra, el responsable de subir a Primera y quien, con pocos materiales, estuvo a punto de conseguir el milagro de la permanencia. Con los jugadores que hay hoy en nómina de la entidad del Callejón del Combate, el míster valenciano hubiese sacado mejores réditos que los demostrados hasta la fecha.

Por supuesto, me sumo a la tesis de que a los entrenadores hay que darles tiempo, pero es que las sensaciones que está ofreciendo el CD Tenerife son terribles y no tiene pinta de que la cosa mejore a corto plazo. De hecho, la derrota ante el Salamanca ha terminado de activar todas las alarmas. El sábado que viene, Televisión Canaria en directo, los de Arconada visitan el feudo del Rayo Vallecano, que está en los puestos cabeceros de la categoría.

Una derrota del cuadro insular en la capital de España puede propiciar una temprana destitución de Arconada, pero ya adelanto que no toda la culpa es de él, sino que también tienen mucho que ver y que decir el director deportivo, Santiago Llorente, y el presidente, Miguel Concepción.

El primero, porque parece que no ha estado muy atinado a la hora de escoger a la clase de jugadores que han aterrizado en la isla y que conjuguen con la idea balompédica del técnico elegido para afrontar la empresa del ascenso. En el caso del mandatario, porque desde el minuto uno comenzó con mensajes subliminales sobre lo intolerable de los fallos defensivos, dando a entender la falta de confianza en su propio director deportivo y, por supuesto, en el entrenador.

Desde estas líneas siempre ha habido un respaldo incondicional hacia Concepción, pero comienza a mostrar este presidente ciertos síntomas de desidia, de dejadez institucional y parece haber dado órdenes de cerrar filas en torno a aquellos que sólo saben alabar su gestión y minimizar hasta el ocultamiento sus errores.

Quizá, añado yo, está siendo mal llevado y mal aconsejado por su dircom, el señor Javier Armas Padilla, que insiste en dejar a determinados medios sin las acreditaciones, entre ellos Periodista Digital, Tenerife Week y otros freelance que no le bailan el agua al inquilino del Callejón del Combate.

1 comentario

Lewis Rogers -

'Decepción y mediocridad'

Tuve la suerte, o el infortunio, de estar en el Heliodoro el día de autos. Sí, de autos, porque aquello, el encuentro entre Tenerife y Salamanca, pareció más un suceso que un partido de fútbol. Se adelantó el Tenerife gracias al acierto de Natalio, un delantero rápido que puede hacer muy buenas migas con Nino, el más trabajador de todos los que pisaron el césped, pero no es bagaje suficiente para un conjunto mediocre tirando a malo, donde su técnico está más pendiente del resultado que del juego. Dejar a Pablo Sicilia o Mikel Alonso en el banquillo es un lujo que no se debe permitir, más cuando la pareja de centrales es insegura y Antonio Hidalgo en el centro no está en plenitud física. Poco más que reseñar de un bloque que mostró más dudas que expectativas y que acabó por sucumbir al verse en desventaja numérica. Nunca habíamos visto un Salamanca tan flojo, ni a un Tenerife tan temeroso. El reparto de puntos parecía más justo, pero para eso hay que acertar en los metros finales y Nino, pese a su coraje, no es Dios. Mal empiezan las cosas con divorcio entre el técnico y el juego. Ello propicia a un Tenerife en los puestos bajos, de los que es muy difícil salir. Decepción y mediocridad forman un dúo muy negativo. Para cualquiera.

P.D.: ¿Tan sobrado está el Tete que se permite dejar en el banquillo a Kome? ¿O tan mal está físicamente el africano como para no merecer ni un minuto? Dos cuestiones con cola que más parecen un brindis al sol.