Vota a Zapatero: Y trabajo que te quita
Fuentes generalmente bien informadas me chivan que en el entorno de José Luis Rodríguez están pensando seriamente en dos alternativas; bien fichar como asesora culinaria a la titiriceja Loles León o bien demandarla por plagio de eslogan. Lo raro es que la Sociedad General de Autores aún no haya entrado en el fondo de la cuestión. Ya saben, reproducir la obra original sin permiso podría llevar aparejado hasta una pena de cárcel.
Si nos colocamos en el primero de los escenarios, la esposa de ZParo, Sonsoles, harta de las quejas de sus cocineras de palacio (¿estarán contratadas y dadas de alta en la Seguridad Social o les pasará como a la chacha que tenían en su anterior residencia, a la que tenían sin los papeles en regla?) de tener que limpiar, pelar y cortar un montón de verdura para conseguir las salsas que tanto gustan al matrimonio Zapatero-Espinosa, está planteándose la posibilidad de contratar a la actriz para que dé las pautas necesarias en la cocina de la Moncloa y así evitar que sus empleadas sigan con un discurso plañidero.
Sin embargo, más bien me creo que a la señora Loles León le van a aplicar el segundo de los supuestos, el de la demanda. Y es que, me cuentan mis confidentes, a Zapatero le ha sentado como un tiro el anuncio que realiza la titiriceja, en especial la última frase del spot: “Y trabajo que te quito”. El presidente del Gobierno la quiere acusar de plagio manifiesto y fehaciente porque afirma muy solemnemente que el único que se puede cargar empleo en España es el mismo y verbigracia el Partido Socialista, concretamente cinco millones de personas y subiendo.
Desde luego, si el anuncio lo hubiese interpretado Zapatero, pero sin tener que decir todo el diálogo anterior, sino solamente la parte final, el choteo en este país hubiese sido de traca, sobre todo porque desde que está este leonés postizo (en realidad es originario de Valladolid) en la Moncloa lo único que se ha dedicado es a quitar puestos de trabajo (a destruirlos). Por supuesto, no es para reírse de la situación de esas personas que ni siquiera, en muchos casos, perciben un solo euro de prestación, pero de alguna manera quería hacerles sacar a ustedes, amigos (y amigas…que viene el ministerio y me sanciona), una sonrisa dentro de un panorama tenebroso que ni siquiera coge saborcillo con el dichoso sofrito y trabajo que te quito de las narices.
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Máximo Medina -