Ganar sin estridencias
La Europa futbolera y futbolística ha tenido que rendirse otro año a las excelencias de un Barcelona que, además, de no haber sido por la final de la Copa del Rey, perdida ante el Real Madrid, ha estado a punto de repetir la gesta de 2009, llevarse tres títulos de una tacada y luego intentar disputar los otros tres restantes. Pero bueno, no creo que haya clubes muchos clubes sobre la faz de la Tierra que puedan presumir del palmarés actual de los blaugranas, sobre todo de un Pep Guardiola que está inconmensurable y además lo hace desde la perspectiva de la modestia. Jamás se le escuchará una declaración altisonante, exceptuando lo de aquel del “puto amo”, pero que era una respuesta esperada ante los ataques e insinuaciones de Mourinho.
El entrenador del Barcelona, por mucho que le acusen desde determinado sector de la prensa de abusar de una falsa modestia, está comportándose como un verdadero caballero. Jamás se le oirá comentar con desdén tal o cual aspecto sobre un rival. El secreto, precisamente, radica ahí, en que no sale con la prepotencia de otros colegas, sobre todo si son lusos y dirigen a Real Madrid. Guardiola es un tipo que respeta al adversario y que tampoco juega a la humillación más absoluta. Todos hemos presenciado partidos del Barça en los que la goleada parecía más que probable, pero además de escándalo. Pero a veces esa superioridad es rebajada por el míster de Sant Pedor con unas gotas de maestría.
La pena es que minutos después de la consecución de la cuarta Champions para el Barcelona, algún que otro acólito merengón, que gusta muy mucho de exponer sus argumentos a voz en cuello, intentó ningunear el mérito de los catalanes. Comenzó a sacar la hemeroteca, las 9 Copas de Europa del Real Madrid y las no sé cuántas Ligas. Sí, la historia es la que es e indica que los blancos aún conservan una ventaja envidiable sobre los azulgranas. Pero la vida es presente y éste marca que hoy por hoy, sin ningún género de dudas, es el cuadro de Guardiola el que hace las envidias del planeta balompédico.
En este aspecto, reparen unos momentos en los perfiles del técnico barcelonista y de Vicente del Bosque, nuestro egregio seleccionador. ¿No ven algo en común? Son ganadores natos, han conseguido lo que nunca habían vivido sus respectivos equipos y ambos lo han hecho desde el papel de la discreción, del trabajo serio, gregario, sin altanerías, controlando a quien pudiera desmandarse, pero sin poner el foco sobre el problema, sino sobre las soluciones. No me extraña que mientras unos celebran Champions, haya otro que aún estén preguntándose ¿Por qué? Pues eso, porque jugaste mal, al cero-cero, al patadón y encima sin delanteros.
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Lewis Rogers -