Las virtudes de Cospedal
Tengo que reconocer que nunca he sido un fan, precisamente, de María Dolores de Cospedal. Sencillamente, me parecía una política de lo que, en ocasiones denominamos en la jerga periodística, una política de perfil bajo. Sus intervenciones, por regla general, eran planas, nada altisonantes. A veces, más que reconvenir al PSOE, parecía que le estuviese dando la absolución. Sí, ya sé que lo que importa es el mensaje, pero a veces también la forma de transmitirlo importa y en cierta medida parecía que no iba a calar entre el electorado. Pero lo ha hecho y no sólo ya está a nada de ejercer como presidenta de Castilla-La Mancha tras décadas de gobierno socialista, sino que empieza su mandato con excelentes hechuras.
Por lo pronto, la señora Cospedal comienza metiendo la tijera (o la podadora) en lo que realmente importa, que es erradicar ese número de asesores, altos cargos y diversos palmeros que no sólo engordaban innecesariamente la administración autonómica, sino que encima estaban arruinando económicamente las arcas regionales. Un 60% de esos puestos de confianza se van al limbo. Austeridad castellana para empezar a hablar de un cambio que en esta región, como en Extremadura o en Andalucía, se hace más que necesario.
Evidentemente, no sólo prescindiendo de todos esos ’abrazafarolas, abrazabonos y abrazabarredas’ se puede decir que se solventen las dificultades de la comunidad. Es más, casi podría afirmar sin temor a equivocarme que se trata del chocolate del loro, pero por algo se empieza. La maraña clientelar tejida a lo largo de muchos años por la maquinaria del PSOE no es nada sencilla de desmontar. Se ha visto en las últimas elecciones como, a pesar de las encuestas, el socialismo estuvo a punto de perpetuarse cuatro años más en el poder y una vez consumada su derrota, lo que se ha constatado es que hay muchos cadáveres que ocultar y demasiadas pistas que llevarían, precisamente, al descubrimiento de esos ’muertos’.
Está claro que Cospedal no se va a parar en barras para revertir el atraso al que ha estado sometida Castilla-La Mancha, aunque le espera por delante una legislatura durísima, pero con la fortuna de gobernar con esa mayoría absoluta donde no tendrá a un socio molesto que te impida realizar determinados proyectos, que es lo que seguramente le sucederá a Monago en Extremadura, donde la luz verde de Izquierda Unida al PP no será, precisamente, un cheque en blanco.
Y otro dato importante, lejos de cualquier electoralismo, María Dolores de Cospedal centrará su primer acto institucional en rendir el homenaje debido a los bomberos que fenecieron en aquel tétrico, a la par que absurdo (por las circunstancias en la que se produjo) incendio de Guadalajara. Lo que Barreda siempre trató de tapar con toneladas de arena, será desenterrado ahora por la líder el PP en tierras manchegas para darle a estos héroes el lugar que se merecen. Sin duda alguna, Cospedal me ha convencido…por ahora y ha hecho que cambie esa apreciación de política con poco punch. Esperemos que siga en la misma línea los cuatro años que tiene por delante porque los castellano manchegos precisan de un nuevo aire político tras años de herrumbre socialista.
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Máximo Medina -