El PSOE tiene un problema con Eguiguren
El PSOE tiene un problema (bueno, uno más que añadir a la colección) con Eguiguren. O miente el presidente de los socialistas vascos o el PSOE, es decir el Gobierno que ha mandado desde 2004 hasta nuestros días, aunque ya sea en funciones, ha engañado masivamente a los españoles en relación a las negociaciones con la banda armada ETA. Lo que bajo ningún concepto puede ser verdad, ni desde un punto de vista metafísico, es que ambos digan la verdad, básicamente porque tienden a contradecirse. Está claro que el librito de Eguiguren donde reconoce la negociación y los acuerdos constantes con la etarras va a dar mucho de sí en las próximas semanas y meses.
Por supuesto, un personaje como el presidente del PSOE en Euskadi no es digno de crédito alguno, así como que tampoco merece que se le dé cuartelillo, pero no deja de ser relevante que un libro escrito bajo su puño y letra venga a confesar tales atrocidades y que el Ejecutivo, aún en funciones, sólo tenga fuerza para decir, en palabras de José Blanco, que el señor Eguiguren no sabe de lo que habla. Cierto, añadiría yo, no sabe de lo que habla, pero sí de lo que escribe y está perfectamente reflejado negro sobre blanco.
Además, los argumentos que inclinan a uno a creerse a Eguiguren y no al socialismo en derribo es que, curiosamente, aún no se ha puesto a este señor en la puerta de la calle. Nadie en su sano juicio, ya sea dentro de una organización política o una empresa cualquiera, consentiría bajo ningún concepto que un miembro de la compañía, por muy alto rango que pudiera tener en ella, mintiese como un cosaco, desvelase trapos sucios que van a afectar a buen seguro a la credibilidad del resto del grupo. Aquí, repito, esto no se ha producido y sólo hemos tenido esos vagos rechaces de balones a ver si se consigue distraer al público para no ver la repetición la mano flagrante de Zapatero, Rubalcaba y compañía con ETA, pero no va a colar.
En definitiva, este Gobierno se marchará igual que vino, con la falsa bandera de la verdad o, mejor dicho, con la verdadera enseña de la mentira. Al presidente del talante le han pillado con el carrito del helado y ahora sólo le queda una salida como todavía secretario general del PSOE, o empura a Eguiguren o tendrá sobre sí el dudoso honor de ser el político con más mentiras en tan poco espacio de tiempo, pero es que encima es doblemente grave toda su negación con respecto a ETA porque incluso negó la mayor cuando el famoso bombazo de la T-4, es decir, que no iba a seguir encamado como los chicos del tiro en la nuca y el pasamontañas y al final ha logrado su objetivo, meter a siete de Amaiur en el Congreso que, al igual que los de Bildu, aún no han condenado el millar de asesinatos cometidos.
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Máximo Medina -