Ahorrar cuesta dos millones
Cuenta el anecdotario popular que hubo un hombre tan limitado intelectualmente que no tenía dinero para echarle gasolina al coche y no se le ocurrió mejor idea que vender su utilitario para comprar el combustible, es decir, todo dentro de la lógica aplastante, si se entiende la ironía. Esto, que no deja de ser un chascarrillo, se ha hecho realidad en el Ayuntamiento de Zaragoza, gobernado por Juan Alberto Belloch (PSOE).
El Consistorio maño, acuciado por las deudas, dicen que más de 800 millones, tendrá que pagar otros dos kilos extra porque al primer edil se le ha ocurrido una genial idea, que le asesoren para ahorrar costes. Sí, así como lo leen.
La empresa que se encargará de la tarea de asesorar al consistorio maño es Pricewaterhouse Coopers, que es una consultora de un gran prestigio internacional, pero es evidente que una entidad ahogada en deudas no puede permitirse el lujo de gastarse más dinero, sobre todo porque no creo que estos señores den con la fórmula magistral para acabar con el déficit.
Hay métodos más sencillos para empezar a recortar gastos para que las arcas municipales no se vean resentidas, pero, claro, todo aquello que no sale en una rueda de prensa parece que no tiene efecto en la sociedad. Es decir, quizá una reducción drástica del personal de confianza, de los coches oficiales, de pluses sin sentido en las nóminas, menos almuerzos, menos actos protocolarios, menos oficinas institucionales o menos viajes contribuirían decisivamente a acabar de una vez por todas con esa gravísima deuda.
Lo peor de todo es que esas serán las recetas que le darán los de la asesoría, pero al nada módico precio de dos millones de euros. Y, además, pregunto, ¿no hay técnicos especialistas en el Ayuntamiento de Zaragoza que estén ya de sobra pagados para aplicar esos sistemas de ahorro? Por lo que parece, o no tienen mucha idea o directamente ni el propio alcalde conoce lo que tiene en su casa.
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Máximo Medina -