Sacrificios necesarios
No suelo ser partidario de las alabanzas al político porque, entre otras razones, está puesto ahí para que realice su trabajo con la profesionalidad que se le supone. Pero tengo que reconocer que es una excelente medida la decisión del ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife el hecho de solicitar un esfuerzo en horas a los funcionarios, de tal manera que en vez de las 35 horas semanales completen 37,5. Estamos en crisis y un poco de flexibilidad por parte de todos no viene mal.
Es verdad que se trata de modificar un convenio y que han de estar las partes de acuerdo, pero no podemos negar ese hecho innegable de que ante la delicada situación que vivimos, es importante hacer sacrificios y el cuerpo de funcionarios en España cuenta con una más que privilegiada situación que se deriva de esa permanencia en el puesto de trabajo, algo de lo que no pueden presumir muchos ciudadanos de este país, que día a día acuden a su puesto con miedo a poder perderlo en menos que canta un gallo.
Eso sí, ya salieron los sindicatos de turno a decir que no están dispuestos a esa cesión de horas libres, que esas dos horas y media a la semana suponen un abuso y que da lo mismo que otras corporaciones vecinas, el Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna sin ir más lejos, apliquen una norma estatal y que debería de ser no de recomendado, sino de obligado cumplimiento para todos los empleados. Guste o no, en las instituciones hay que sacar adelante mucho trabajo, sobre todo en materia de asuntos sociales y determinados expedientes no pueden estar durmiendo el sueño de los justos por secula seculorum.
Otra cosa distinta, y en esto también hay que poner el acento, es que haya corporaciones que mientras cambian las condiciones a los empleados públicos, no sean capaces sus dirigentes de renunciar a una serie de prebendas que ahora mismo se antojan indecentes de todo punto. Si a los funcionarios se les pide comprensión, cuando menos es de recibo que empiecen los dirigentes por apearse del carro del derroche y de los lujos asiáticos. Así que fuera coches oficiales, fuera llamadas indiscriminadas y, sobre todo, gastos de representación, gastar menos que en alpiste.
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Máximo Medina -