Cuestión de cifras
España ya es feliz. David Silva, Jordi Alba, Fernando Torres y Juan Mata, unido a los paradones de Iker Casillas, o a los buenos oficios defensivos de Piqué, Sergio Ramos, Arbeloa o el tiqui-taca de los Iniesta, Cesc, Xavi, Xabi Alonso o Busquets dan razones para que este país deje de lamerse las heridas por la crisis. ¿Qué son más de 500 puntos de prima de riesgo, más de cinco millones de parados o que nos presten más de 60.000 millones de euros para rescatar la banca española frente a cuatro goles como cuatro soles contra los italianos y convertirnos nuevamente en campeones de Europa? Nada, el fútbol todo lo puede, al menos hasta que pase la resaca de hoy y, como le pasa a cualquiera que se haya excedido con las bebidas espirituosas (que no no espirituales), ya tocará vivir de nuevo la cruda realidad, la de una España que se debate entre ser rescatada o salvarse por los pelo de la indulgencia europea, cosa ésta última harto difícil.
España vive en un constante incendio (no sólo el terrible que se ha propagado en Valencia) y mucho me temo que el deporte, el logro de los chicos de Del Bosque no va a servir para apaciguar absolutamente a nadie; más aún cuando se conoce que los jugadores se embolsarán por barba barbilla la nada despreciable cantidad de 300.000 euros de vellón que, por si fuera poco, pretenden tributar fuera de nuestras fronteras, al parecer en Polonia, aprovechando ciertas ventajas fiscales.
No sé si habrá que fichar a un Del Bosque para enderezar el rumbo de este Ejecutivo que va rumbo a la deriva, con un Rajoy que disfruta mucho más en los palcos de los estadios de Polonia o de Ucrania que en la tribuna de oradores del Congreso. Le tiene tal alergia el inquilino de La Moncloa a comparecer en la sede de Benavides y Malospelos, los leones de la puerta de Las Cortes, que prefiere acudir antes a dar las explicaciones necesarias y pertinentes a la sede del PP. Exponer lo que ha sido tu gestión al frente del Gobierno en estos primeros seis meses está muy bien, pero para consumo interno. Lo lógico, lo decoroso y lo deseable es explicar al conjunto de la ciudadanía en sede parlamentaria cómo estamos y cuándo se empezará a atisbar la salida del negro túnel en el que llevamos sumidos demasiado tiempo.
Está muy bien eso de irse de turismo a Kiev para hacer el hincha (sólo le faltó a Mariano el bombo y la boina), pero los españoles queremos algo más que una simple golosina de efectos muy breves. El fútbol sólo nos da un brevísimo respiro, pero hoy, lamentablemente, la gran economía y la de andar por casa no nos deja lugar al optimismo. Y en eso la política sí que se parece al deporte rey, cuando el entrenador no funciona, se le releva, así que vaya usted tomando ejemplo, señor Rajoy.
2 comentarios
Lewis Rogers -
Maria Hernandez -
Un saludo!
@MMariaHs