Castellón..by the air
España no puede permitirse más derroches, hay que acabar con ellos como quien en tiempos bíblicos acabó con todas las plagas que asolaban a la humanidad. Uno de estos males, alguna que otra vez he hablado sobre el particular, son los aeropuertos innecesarios y en esta ocasión voy a referirme a uno muy peculiar. Bueno, es tan especial que aún es una instalación virgen. Me refiero al de Castellón, un aeródromo concebido a mayor gloria del ex presidente de la Diputación castellonense, el siempre afortunado en la lotería señor Carlos Fabra, y que se empeñó, con la connivencia de Paco Camps (¡paga los trajes!), en montar una infraestructura que a día de hoy sólo usan las palomas mensajeras y los coleópteros.
Precisamente, al hilo de esto, dice el actual presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra (sí, hijo, otro Fabra y falta la de la jodienda, la diputada popular en el Congreso), que posiblemente se han hecho cosas mal con este aeropuerto y que hay que ver la fórmula para sacarle partido, es decir, que haya actividad aérea. Eso sí, rápidamente, como buen político que es, recoge velas y salta con el tópico argumento de que hay otros aeropuertos que tienen uno o dos vuelos. ¿Y qué? ¿Se quedan satisfechos los castellonenses con ese dato? Supongo que querrán las pertinentes explicaciones y aclaraciones, pero esas no se las van a dar porque no habría manera lógica de empezar sin que al que tenga que dar la cara le diese un repentino ataque de risa.
Lo surrealista del caso es que estos señores del PP valenciano siguen empeñados en que el aeropuerto puede ser rentable. Pero, vamos a ver, queridos, teniendo Barcelona o Valencia ahí al lado ¿alguien va a querer ir a Castellón? Es que ni en broma. Si hubiese un verdadero interés en viajar desde cualquier punto de España y de Europa a la ciudad de La Plana ya se hubiesen puesto en contacto las diversas aerolíneas charter para mover este aeropuerto. Pero no, nadie está por la labor de quitar conexiones con dos grandes aeropuertos para satisfacer las manías megalómanas de un político como Carlos Fabra capaz de erigirse una estatua en pleno aeródromo. Como se suele decir, con estos bueyes tenemos que arar, nos guste o no. Esa es la realidad. Sólo espero que la memoria de la ciudadanía llegue hasta mayo de 2015 para saber qué vota y a quién deposita su aval.
2 comentarios
Máximo Medina -
Maria Hernandez -
Paco, Carlos, Andrea, Alberto... Mª José....todos de la misma ralea...
Hombre, si le toca tantas veces la lotería que menos que "regalar" un aeropuerto a sus vecinos, pero para que puedan huir, lo antes posible, de semejantes gobernantes o, o puede ser también, para ponerle alfombra roja a la Campanario, cuando vaya de vacaciones, una vez que haya cumplido lo que tenga que cumplir
Además, las palomas mensajeras también tienen derecho a tener su propio aeropuerto, para cuando lleguen en patines.
De lo contrario como van a depositar sus heces en esa estatua que parece el monstruo del lago Ness?
En fin, quizá este verano me anime y sea yo quien vaya a Castellón de vacaciones, despegando, si el "trafico aéreo" lo permite, desde el aeropuerto de Logroño-Agoncillo...que es utilizado a diario también por los mismos coleópteros...
Seré la visitante nº 1 y me recibiran con honores
y comprare un décimo por si las moscas....
Feliz verano,
@MMariaHs