Excesos merengues
Se equivoca una vez más el Real Madrid en las formas. Sí, yerra y mete la pata hasta el corvejón con esas mega presentaciones cuando el jugador en cuestión (presumiblemente bueno, pero no desde luego la bomba al estilo de un Cristiano Ronaldo) no ha demostrado nada que le haga ser un top 1, 2 incluso un top 3. Estoy convencido de que si Florentino le hubiese dado al Atlético de Madrid 70 millones por Falcao, que indudablemente está por encima del punta galés, se habrían olvidado en la ribera del Manzanares de todo tipo de sentimentalismos (sobre todo porque habrían podido reforzar mejor la plantilla y no traer a un francés y a un belga de nombres impronunciables).
Bale ha sido presentado por el club de Chamartín como si fuese un emperador romano, alguien que hubiese ganado varias guerras y conquistado varios países, pero nada más lejos de la realidad. El 11 del Real Madrid no acredita títulos continentales con su ex equipo, el Tottenham, tampoco a nivel de la Premier puede presumir de un gran palmarés, alguna copa y clasificaciones para la Champions, pero nada más. Sin embargo, desde que hace tres años tuviese una participación estelar en una eliminatoria frente al Inter de Milán, todos los ojos se pusieron sobre este jugador.
Por eso, aunque las expectativas parecen prometedoras y que no creo que el Madrid haya desembolsado entre 91 y 101 millones de euros por Bale, este tipo de presentaciones masivas sobran, sobre todo cuando al mismo tiempo que se estaba presentando al galés, por la puerta de atrás se estaba yendo uno de los grandes pufos y bluffs de los últimos lustros, el señor Kaka, que retorna a su club de origen, el Milan AC, a coste cero (para el Madrid le supone no tener que pagar los 20 millones de su ficha en los dos años que le restaban de contrato).
Y otra cosa, desde luego, es el pastizal que se afloja por este delantero. Sorprende que en su momento el ahora generoso Florentino Pérez regatease hasta el último céntimo por gente como Mata, Silva, Llorente o Villa y ahora no tenga problemas en sacar la chequera y firmar, si fuese necesario, la mismísima defunción de Manolete. ¿Será por una cuestión de marketing y llenar de camisetas merengues de Bale el mercado asiático?
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Máximo Medina -