'Un tiempo nuevo' (Telecinco): Un vertedero nuevo
La gran oferta televisiva que ofrece los sábados a sus espectadores el principal canal del grupo mediático de Paolo Vasile, es decir Telecinco, se ha centrado decididamente en llevar a su plató de televisión a los personajes más frikis, sucios y rastreros de nuestro panorama de actualidad.
El programa ‘Un tiempo nuevo’, presentado por la larguirucha Sandra Barneda, se ha convetido en una suerte de vertedero nuevo en el que se dan cita los personajes más repulsivos y repelentes, desde Willy ‘Tolerdo’, pasando por Ramón Espinar o este zampabollos del Pequeño Nicolás, un sujeto que es capaz de decir que por su boca no ha salido una sola mentira. Es cierto, él no suelta trolas, él las vomita directamente para regocijo de la audiencia que se apiña ante el televisor para ver hasta dónde es capaz de llegar este payaso al que le han dado categoría de bufón máximo del reino mediático.
Pero la culpa no la tiene ninguno de estos elementos, sino quien les da cancha, micrófono y cámara. ‘Un tiempo nuevo’, que empezó como una fórmula mixta entre las entrevistas de fondo y el debate político, ha terminado por convertirse en un vertedero donde resulta difícil distinguir qué es lo que puede ser reciclado o no. La basura que se deposita cada sábado en ese plató hace que la gente que tiene valía, que puede aportar cosas válidas, acabe siendo tapada por sujetos de tres al cuarto, chusma de medio pelo que se dedica a montar un circo con la señora Barneda ejerciendo de torpe domadora a la que se le desmanda la manada de Toledo y el Nicolasete de turno.
Desde luego Telecinco, una vez canceló La Noria, aún no se ha recuperado del mareo y sigue buscando su oremus con resultados francamente cuestionables. El problema de los responsables de la programación de la cadena de Mediaset estriba en que buscan soluciones tan parecidas como intentar curarle a una persona su cirrosis a base de inyectarle alcohol en vena. Obviamente, el resultado acaba siendo demoledor y totalmente devastador para el paciente como para las noches de los sábados de Telecinco. Menos mal que los espectadores con dos dedos de frente tienen un mando y muchas más opciones que ver a semejante patulea haciendo el simio noche tras noche.
0 comentarios