Podemos marca a la prensa como los nazis a los judíos

Marcados como los nazis hacían con los judíos. Si los hitlerianos les plantaban la estrella amarilla, los de Podemos te encasquetan en sus actos, al menos en el más reciente, una pulsera morada. La presentación de las 215 medidas económicas del partido de Pablo Iglesias, celebrada en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, era de libre entrada, pero a la prensa se le obligó a llevar una pulsera morada y, de paso, había por allí rondando una serie de comisarios que impedían que los medios preguntaran a estos adalides del chavismo del más rancio abolengo. ¡Menudos pájaros!

Podemos, por más que haya aún fascinados de la causa podemita, es un nido de liberticidas, de castuza que pretende quitar a unos para ponerse ellos pero sin que cambie el sistema de privilegios. Es más, estos de Podemos no dejarían ni las migajas, tal y como ya quedó patente en Venezuela donde mientras la población se muere de hambre y se mata por un saco de harina, ellos, los Pablo Iglesias, Monedero o Errejón vivían a pleno lujo, con un tren de vida que muy pocos pueden permitirse.

A Dios gracias se les empieza a notar el cartón (y las trampas) a esta panda de tahures del Orinoco. Ellos no quieren todo para el pueblo, sino todo lo del pueblo para ellos, que no es lo mismo. Empezarían por expropiar todas las empresas que entiendan rentables, empezando, sin ir más lejos, por los medios de comunicación.

Y si les dejasen, acabarían como en Venezuela, cerrando aquellos que son contrarios a su ideología o encarcelando a periodistas y blogueros como quien suscribe este artículo. Si en el régimen bolivariano se encarcela a políticos de la oposición y se entra al asalto en los medios no afines, ¿por qué tengo que pensar que Podemos no aplicaría a rajatabla eso mismo aquí? Por lo pronto, ya nos van poniendo la pulsera morada. Su objetivo final es que acabemos como en Paracuellos.