Zapatero se va a Venezuela a hacer el mamarracho con Nicolás Maduro

¡Pobre Zapatero, para lo que ha quedado! El expresidente del Gobierno entre 2004 y 2011 se ha prestado a ser el valido de Nicolás Maduro para constatar que en Venezuela se respira un aire de limpieza democrática y que al actual presidente le avala el haber sido elegido limpiamente en las urnas.

El cachondeo ante estas reflexiones ha tenido que llegar hasta más allá del Orinoco. Los monos aún deben estar partiéndose la caja en los árboles de la frondosa selva amazónica. Hay que ser un mamarracho con pintas para decir estas barbaridades, pero tampoco me extraña conociendo al personaje, el mismo que estableció una alianza de civilizaciones con estos mismos facinerosos que ahora entran por París como Pedro por su casa y acribillan a todo aquel que se ponga por delante.

Zapatero es otro de los que creen en el buenismo universal como la fumada de Manuela Carmena. Es de lo que consideran que los etarras eran perfectamente reinsertables en la sociedad y que Oregi era un hombre de paz con el que se podían tener más puntos de acuerdo que de desencuentro.

El cejatero este es de los que también viajaba a Cuba y ensalzaba sin vergüenza alguna las atrocidades del régimen dictatorial de los tiranosaurios de los hermanos Castro. ZP se creyó un iluminado, un Ghandi del Barrio Humedo y, lo peor de todo, es que sigue creyéndose que puede optar al premio Nobel de la Paz. Y paz tiene, pero en su adjetivo que mejor le define, INCAPAZ. No sólo es mendaz. torpe e incompetente, sino que es un incapaz integral, un zote de tomo y lomo que se presta a hacerle el juego a la versión 2.0 de Hugo Chávez. De vergüenza.