Una carmenada tras otra: ahora los carteles para tontos
Desde hace algunos meses en Madrid hemos acuñado un término para definir lo que son las disparatadas ocurrencias de la alcaldesa podemita, la abuelita populista Manuela Carmena. Ese vocablo se conoce como ‘carmenadas’, una palabra simpática que viene a tapar, en gran medida, lo que mucho pensamos que son chocheces de persona senil a la que manejan entre la Mayer, Maestre, Zapata o Cueto, los verdaderos ejecutores de los disparates que estamos sufriendo en la capital de España de manos de unos tipos que no ganaron las elecciones, pero que están en el poder gracia a la inacción de un sectario de tomo y lomo llamado Antonio Miguel Carmona, del PSOE, pero que al menos está pagando con creces su apoyo a Ahora Madrid con su defenestración a concejal raso y privado de la portavocía de los socialistas en el Palacio de Cibeles.
Uno de los más graves problemas que tiene nuestra ciudad es el de la limpieza. La viejecita del inseparable bolso (no sé si es que lleva ahí los ahorros de toda la vida o el jersey de punto que le estará haciendo entre pleno y pleno al moroso de su marido) no sólo no adopta medidas para solventar el problema, es decir contratar más gente para tal efecto, sino que encima se gasta pasta en obviedades y boberías varias como la de colocar (vean el vídeo) señales en las que se dice que lo que hay debajo del cartel es una papelera y que ahí es donde hemos de depositar las colillas, papeles o envases pequeños que ya no usemos.
No sé si es que esta señora nos ha tomado por imbéciles o por anormales integrales, pero desde luego sus acciones no son en absoluto de alguien que esté en sus cabales. Resulta preocupante que esta mujer se lance a presentar iniciativas de este calado y siga sentada en su poltrona como si Madrid fuese una patena. Claro, qué podemos esperar de una doña que viene a reconocerle a la periodista Maruja Torres que ella no está a gusto como alcaldesa y que se lo pasa mejor hablando de orgasmos y de masturbaciones varias. Esta es la representante de la capital de España, una vergüenza y un desdoro para todos los que hemos nacido o vivimos aquí desde hace tiempo. De verdad, que alguien ponga en alerta a los servicios sociales porque esta señora no rige y, evidentemente, no está para regir los designios de una ciudad como Madrid.
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