Carmenadas sin fin: ahora nos pide a los madrileños acoger a los okupas

El Ayuntamiento de Madrid, gobernado por Manuela Carmena, se ha convertido en un 28 de diciembre perpetuo. Es decir, las inocentadas (que luego no lo son tal) se concatenan hasta ofrecer una imagen de disparate universal.

La nueva ocurrencia o, mejor dicho, la nueva carmenada consiste en pedirle a los madrileños que acojan en su bloque como si fuese un vecino más a los 'okupas' que puedan instalarse en el inmueble.

Debe ser cuestión de que a la alcaldesa se le ha ido esto de manos o que considera que si ella tiene en el equipo de Gobierno a veteranos 'okupas' como Guillermo Zapata o Celia Mayer, el resto de contribuyentes madrileños tienen que actuar de la misma manera y ofrecer un trato exquisito a aquel que entra vía patada en la puerta o descerrajando el cierre en la contigua vivienda vacía.

La medida, de momento, se ha puesto en marcha en el barrio de Usera y el cartel que ha repartido la Junta de Distrito no tiene desperdicio alguno:

Lo primero de todo es que si uno detecta la presencia de un 'okupa', no debe llamarse a la Policía. Lo que hay que hacer, añade el texto, es darle la bienvenida al inquilino ilegal del piso de al lado, como si se tratara de una mudanza al uso.

Seguidamente dice que hay que aparcar cualquier tipo de prejuicio, que tener a un 'okupa' como vecino es algo normal.

Y, como punto definitivo para vender la moto o el 'okupa' a los vecinos, está el factor económico. Que por culpa de la crisis muchos han perdido todo lo que tenían y han tenido que meterse de ilegales en una vivienda vacía.