CD Leganés: el corazón y el trabajo han vuelto a ganar al talonario
El corazón ha vuelto a ganar a la cartera, el trabajo constante y denodado a quienes creían que con el simple nombre, la historia o una plantilla hecha a golpe de talonario iba a sobrar para alcanzar los logros sin bajarse del autobús (o del tren, y si no que se lo digan al Real Zaragoza).
El CD Leganés es, con todos los derechos, nuevo equipo de la Primera División. El conjunto del sur de Madrid, presidido por una mujer que ha demostrado saber de gestión deportiva y económica mucho más que otros dirigentes que llevan años llevando a la ruina a decanas entidades, léase el caso del Recreativo de Huelva, se codeará a partir de la segunda quincena de agosto de 2016 con lo más granado del balompié español. Los Barça, Madrid, Atlético, Valencia, Sevilla o Villarreal serán los platos atractivos para una ciudad que hasta no hace mucho vagaba por la Segunda División del fútbol español después de que una banda de vende humos profesionales de la Pampa, con Daniel Grinbank al mando, casi hiciera desaparecer el equipo.
Afortunadamente, al equipo llegó la cordura con María Teresa Pavón que, aparte de limpiar las cuentas, de sanear financieramente el equipo y confiar plenamente en el entrenador, Asier Garitano, ha ido haciendo poco a poco del Leganés un equipo grande, pero sin estridencias. Ha conseguido incluso algo más importante, la concienciación de que la formación es poco menos que una gran familia bien avenida donde no se cobran grandes sueldos, pero llena más la satisfacción del trabajo bien hecho y de que la ilusión de toda una ciudad es más importante que irse a proyectos más ambiciosos, pero que casi se hunden en la Segunda B.
Ahí está para demostrarlo el caso de Szymanowski, que en diciembre de 2015 recibió una más que tentadora oferta del RCD Mallorca y prefirió quedarse en el cuadro pepinero. A estas horas, sólo hubiese celebrado no haber bajado a la categoría de bronce y , en cambio, su honestidad profesional le ha permitido darse un homenaje por todo lo alto. Ahora parece fácil haber tomado esa decisión, pero cuando llegó la propuesta aún quedaba liga por delante y el Leganés sólo estaba (y ya era un logro) en zona de play-off.
Ojalá y el sueño de los pepineros no sea sólo flor de un año y veamos al ‘Lega’ varios años por los grandes campos de España y que Butarque sea uno de los estadios más inexpugnables, aunque en Primera División, lamentablemente, la pasta cuenta y mucho, aunque siempre hay honrosas y admirables excepciones como las del Eíbar. Felicidades en todo caso, Leganés.
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