Cesc Fábregas y la bobería nacionalista

Es uno de los mejores jugadores del fútbol español, doble campeón de Europa y ganador de un Mundial con la Selección Española, lo ha ganado todo con el Barcelona y ahora vive un momento brillante en el Chelsea.

Sin embargo, Cesc Fábregas acaba de demostrar que se maneja torpemente fuera de los terrenos de juego con una propuesta que, cuando menos, resulta bochornosa a todos los efectos.

El jugador 'blue', al igual que otros compatriotas que están jugando en la Premier League inglesa como Juan Mata, Santi Cazorla, Cesc Fàbregas, David Silva o Diego Costa, busca para sus hijos a niñeras profesionales que puedan hacerse cargo de sus hijos pequeños.

La condición primordial es que sean niñeras españolas o, en su defecto, que tengan un amplio y acreditado dominio de la lengua de Cervantes para que así los niños no olviden el lenguaje de su país de origen.

Sin embargo, Cesc Fábregas, casado con la libanesa Daniella Semaan, ha tenido un ataque de nacionalismo subido de tono. La pareja tiene dos hijos propios -Lia y Capri- y otros dos fruto de un matrimonio anterior de Semaan. En octubre de 2016 anunciaron que esperan un tercer retoño, el quinto en total.

Al parecer, entre los requisitos para optar al puesto de asistente se encuentra el idioma: se exige hablar español, ya que tanto en el colegio como en casa -su madre habla inglés- apenas escuchan su lengua paterna.

Sin embargo, hay una preferencia clave en esta búsqueda de cuidadora: debe hablar castellano, pero "con acento catalán". Fábregas aclara que no quiere que sus hijos pierdan el acento de su padre.

La pregunta es clara, ¿prefiere a una acreditada profesional en el sector del cuidado de los niños o que sea Rahola la que vigile a los pequeños para que no vaya a coger una entonación de Cáceres o de Valladolid? Está claro que viajar suele quitar la bobería, pero al de Arenys de Mar el virus del nacionalismo catalán no se le va así como así.