El pornográfico caso de Nadia

Es para miccionar y no echar gota. Los investigadores que están llevando el caso de Fernando Blanco y Marga Grau, los padres de la niña Nadia, acaban de hacer un hallazgo que puede hacernos ver a estos progenitores como unos auténticos pajarracos sin escrúpulos, unas alimañas sin sentimientos. Según los datos que las pesquisas que hemos podido conocer, a estos elementos les han pillado en casa un pendrive con fotos de la menor que pudieran ser perfectamente parte de un material fotográfico.

Es decir, este matrimonio no sólo ha estafado a la sociedad, a su propia hija, sino que encima han tratado, siempre supuestamente, de sacar otro rédito económico con una serie de imágenes que según los investigadores pudieran tener una consideración pornográfica rayando en la pedofilia. Vamos, si ya la custodia nunca deben de devolvérsela a estos sujetos, ahora lo que habría que hacer es meterlos en la trena a perpetuidad porque gente así no se merece que esté pululando por estos mundos de Dios a su libre albedrío.

Insisto, mi más sincera felicitación para los mossos d’escuadra por tan denodada labor de investigación, por descubrirnos la verdadera cara de una pareja que han tenido engañada a toda España y a una parte importante del mundo. Estos señores deben pagar hasta el último céntimo estafado y desde luego quedar en vigilancia permanente en cuanto nuestro generoso sistema judicial les ponga en la mismísima calle. Personas de esta calaña nos sobran y deberían de permanecer toda su vida en la sombra para que reflexionen sobre el daño hecho.

Porque, repito, más allá de la estafa económica cometida, lo que han hecho ha sido abusar de su hija y encima con el temor de que haya sido por partida doble. Primero explotando el drama de la enfermedad y no invirtiendo un solo euro en el tratamiento y ahora, según las investigaciones, habiendo usado a su pequeña con unos supuestos fines pornográficos. De verdad, de auténtico asco y de repugnancia máxima.